Limpieza punta de diamante.
La microdermoabrasión es una limpieza en profundidad, manual y con aparatología, que sanea, repara y revitaliza el rostro.
Es un tratamiento similar al peeling pero más profundo y menos agresivo. La microdermoabrasión actúa sobre los signos que dejan en el rostro agentes como el sol, el estrés, las marcas de acné y devuelve vitalidad a la piel. También puede atenuar manchas, cicatrices, arrugas, líneas de expresión y controlar el tamaño de los poros.
En la microdermoabrasión se utilizan cristales de diamante que van puliendo la epidermis con distintas intensidades al tiempo que se aspiran las células muertas ya exfoliadas. La sangre, sus nutrientes y el oxígeno llegan de manera más directa a la piel, lo que provoca una regeneración celular y el incremento en la producción de colágeno. Ambas acciones, fundamentales para la reparación facial, sin dolor ni efectos secundarios.
La sesión de microdermoabrasión incluye: limpieza manual del rostro, peeling ultrasónico (sólo en las pieles más castigadas), dermoabrasión, extracción, masaje facial, mascarilla y crema final. La duración varía dependiendo de las necesidades específicas del rostro en ese momento, entre 50 y 60 minutos.