El haz de luz láser se transforma en calor al contacto con la melanina (pigmento oscuro de la piel). El pelo tiene una concentración muy alta de melanina, asi que absorbe el calor y destruye el bulbo que da origen al vello. La piel no sufre daño porque tiene una concentración menor de pigmento y recibe muy poco calor. Cuanto más clara es la piel y mas oscuro el vello, mayor es la potencia que se puede aplicar y menor es la cantidad de sesiones.
Nuestro láser alejandrita dispone de un sistema patentado de criógeno que enfría la zona donde vamos a actuar, protegiendo aún más la epidermis. Si lo prefieres, también tenemos un sistema de enfriamiento por aire que proporciona un confort inigualable y la misma seguridad. Prueba nuestros tratamientos con láser alejandrita en nuestros centros en Barcelona.